Su núcleo es un patio interior, que integra toda la distribución, y dota a todas las estancias de luz y corriente natural de aire. Los romanos ya usaban este tipo de distribución para sus villas más lujosas. ¿te imaginas un olivo en este patio? Desde el salón se tiene la sensación de estar dentro y fuera a la vez, gracias a sus grandes ventanales correderos a ambos lados, que prolongan la estancia hasta el jardín. Este juego de espacio continuo da una enorme sensación de amplitud.
Características